El tamaño es fundamental para adquirir cualquier tipo de barbacoa, y en el caso de las de gas, hay que comprender que estas suelen ser más grandes que otros tipos precisamente. Lo que conlleva a que se necesite de un mayor espacio para su almacenamiento.
Entre sus variantes de tamaños podrás escoger el que mejor satisfaga en lo referente a la cantidad de comida que prepararás, o para cuántas personas deberás cocinar. Y en el caso de que deseen llevarla de viaje, esta no será una opción práctica.
En lo referente a su tapa, aquellos modelos que no tienen tapa son considerados más como parrillas a gas. Por lo que se perdería un poco la esencia de la barbacoa.
La frecuencia de uso es otro detalle a analizar con mucho detenimiento, porque no es lo mismo una barbacoa de gas para hacer reuniones familiares constantes a una para ciertas ocasiones especiales.
Las barbacoas grandes son aquellas que tienen de 3 a más quemadores, y sirven para grandes reuniones los fines de semana por ejemplo. Mientras que las más pequeñas tienen 2 quemadores, y son más indicadas para comidas con familias de unos 4 integrantes por lo máximo.
Los quemadores en una barbacoa de gas bien pueden ser de llama o infrarrojos. Ambas posibilidades tienen sus pros y contras. El de llamas es una alternativa más tradicional, y que asegurará un precio más accesible.
Pero si quieres quemadores mucho más eficientes, los del tipo infrarrojo son una mejor opción. La razón es que estos ofrecen una intensidad más constante y directa, lo que proporcionará una cocción mejor. Aunque, esto tiene un precio y suelen ser más costosos que los modelos con quemadores de llama.
El gas empleado puede ser butano o propano, ya sea desde una bombona o si la barbacoa lo permite, esta se podrá conectar al gas natural de tu casa. Por lo que se debe decidir entre los modelos que acepten lo uno o lo otro.
Y si de seleccionar el tipo de gas se habla, se estará en una decisión personal. El gas butano tiene un gran poder calorífico, y también es uno muy económico y ligero. Pero su mayor defecto está en lo inflamable que puede llegar a ser, al igual que no sea capaz de resistir bien las temperaturas bajas.
Con el propano, no se perderá la presión en la temperaturas bajo cero, aunque su precio es uno más elevado. Comparando a ambos, se tiene que el gas butano tiene una mayor autonomía, pero el mismo es incompatible si se está en un sitio muy frio.